Hola a todos de nuevo! Llevo unas semanas desaparecida ya que la vuelta al cole ha estado cargada de trabajo, y la verdad es una suerte en los tiempos que corren.
Como sabéis, me muevo en el sector belleza, y generalmente combino mis planes nutricionales con aparatología estética para remodelar y mejorar la estética de los cuerpos de mis pacientes.
Este último mes he colaborado en varios eventos formativos del sector para hablar de la importancia de la dieta en el tratamiento con UltraShape V3®. (A mí me gusta más llamarlo la importancia de unos buenos hábitos de vida y alimentación).
El UltraShape V3® es el último dispositivo lanzado en el mundo de la estética con el que ya llevo trabajando más de seis meses y se trata de una tecnología que integra lo más avanzado en ultrasonidos focalizados y Radiofrecuencia para destruir de forma selectiva la grasa localizada en abdomen y cartucheras.
Podríamos situar el US como un método no invasivo en un paso intermedio entre la aparatología estética clásica y una liposucción.
El quid de la cuestión es que, al tratarse de un método no invasivo, la grasa destruida no extrae como en una liposucción, sino que se queda en el organismo para ser metabolizada por el hígado.
Pero, tranquilos, la grasa destruida no es tan significativa como para que nuestro hígado sufra (es la equivalente a habernos comido un cochinillo) pero sí es conveniente potenciar una serie de hábitos alimenticios para asegurarnos que esa grasa sea eficazmente eliminada para optimizar los resultados del tratamiento y que no vuelva a acumularse en el organismo.
El plan nutricional en cuestión va encaminado a mantener el hígado limpio, drenar toxinas y mantener el organismo en plenas facultades para recibir la tecnología.
Consistiría en:
– Potenciar el consumo de frutas y verduras.
– Mayor consumo de proteína vegetal frente a la animal.
– Incorporar semillas y cereales integrales (Chía, calabaza, sésamo, avena, edamame…)
– No abusar de hidratos de carbono de absorción rápida (dulces, alcohol, precocinados, bebidas azucaradas…)
– No consumir grasas malas (comida rápida, alimentos industriales, quesos curados y semicurados, carne roja, cerdo, cordero, embutidos, fritos…)
– Incorporar “pócimas quemagrasas” a base de avena, jengibre, maca, espirulina, pimienta…)
Y para terminar, uno de mis lemas y el último slide de mis ponencias porque transmite constancia en nuestros cuidados, tanto estéticos como nutricionales.